y, sonó tu 'risa de cristal;
irónica?
cínica?
a mí, me pareció brutal...
¿por qué se animaron tus pupilas, que asemejaban aguas muertas?
¿por qué hablaste?
¿qué dijiste?,
hecha divinamente triste....
y, otra vez fuiste bella...
y, en tus ojos de estrella, tu espíritu proteo, prendió otra vez los fuegos del deseo...
y, tus labios ambiguos, prometieron los besos, esos besos antiguos, besos llenos de perversidades y, de refinamientos...
y, en el fondo turbado de tus pensamientos, surgieron las escenas mal sanas de las viejas orgías...
y, tus manos vacías, se extendieron hacia mí... ,
y, me 'atrajiste...
y, me besaste...
y, me venciste
perdoné tus agravias;
sobre tus labios,
sobre tu veneno,
bebí el Veneno,
cálido y triste...
que tú me diste....
y, abyecto, y miserable, y sin honor,
el placer me venció, que no el amor...
y, en los brazos;
mefíticos del Vicio, celebramos el nuevo Esponsalicio...
Vargas Vila, José María - 1903